ME DIRIJO A VOSOTROS
Yo soy el Padre de todos vosotros, y todo lo que sucede o se permite es una prueba del amor sobremanera grande por Sus hijos, y os sirve para alcanzar la perfección. Pero podéis pedirme en cualquier momento que os ayude a llevar vuestra cruz si os parece demasiado difícil … Entonces llamadme en Jesús y entonces vosotros también caminaréis el camino hacia la cruz reconociendo la obra divina de Redención que el hombre Jesús ha realizado por vosotros en la tierra … para pagar vuestra gran culpa del pecado …
Él es el portador de la cruz, y si Me invocáis en Él, entonces estaré feliz de quitaros la carga de la cruz y llevarla por vosotros … o también, yo os daré la fuerza para poder llevar la cruz vosotros mismos y no os pesará tanto, la carga se hará más ligera y recorréis el camino de seguir a Jesús, Quien dijo: “Tomad vuestra cruz y seguidme …” Entonces Jesús ya os ha anunciado que vosotros los hombres tendréis que llevar una cruz si queréis seguirle …
Pero Jesús es y sigue siendo vuestro Padre desde la eternidad, porque Yo Mismo estaba en Él, Yo Mismo Me convertí en Él en un Dios visible para vosotros, pero también a través de Mi Ser-Humano en la tierra estoy tan conectado con vosotros que entiendo todas vuestras necesidades y que, por lo tanto, también estoy dispuesto a tomar vuestra cruz sobre Mis hombros y llevarla por vosotros si la consideráis demasiado pesada. Pero constantemente estáis recibiendo nueva fuerza y esta fuerza de Mí es la gracia, que adquirí para vosotros por Mi muerte …
Así que siempre hacéis uso de esta fuerza cuando Me rezáis en Jesús, cuando os fijáis en Mí y en Mi obra de Redención, cuando os ponéis en Mi lugar de sufrimiento y muerte, cuando creéis en Mí, Que caminaba sobre la tierra en el hombre Jesús y pagué la culpa de vuestros pecados a través de Mi muerte en la cruz …
La afluencia de gracia está asegurada para vosotros cuando Me reconocéis. Y esta gracia se expresa en una voluntad fortalecida, en la fuerza de llevar vuestra vida en la tierra según Mi voluntad … Y aunque el cuerpo sea débil y miserable, el alma seguirá siendo tocada por esa fuerza, y esta certeza debe ayudaros a soportar los sufrimientos físicos y las enfermedades, porque el cuerpo no seguirá existiendo, pero el alma es imperecedera y adquiere la vida que dura para siempre …
Amén